Hay productos especializados para limpiar los azulejos, pero a continuación te presentamos diferentes opciones de remedios caseros infalibles:
TRUCO 1: IDEAL PARA PROBLEMAS DE GRASA
Para esta primera opción, necesitarás un cubo o recipiente similar para mezclar 1 tapón de amoniaco y medio litro de agua. Una vez que hayas preparado la mezcla, empapa una esponja con el producto y aplícala sobre los azulejos. No es necesario enjuagar; simplemente pasa un paño húmedo y luego uno seco. Este truco es especialmente efectivo para problemas de grasa.
TRUCO 2: COMO UNA RECETA DE COCINA
Otra alternativa para que tus azulejos brillen como el primer día es mezclar un tercio de vaso de bicarbonato de sodio, un tercio de agua y un tercio de sal. Mezcla estos tres ingredientes en partes iguales, vierte la mezcla en una esponja y frota los azulejos. Luego, retira el producto con un trapo mojado y, a continuación, uno seco. Quedarás impresionado con los resultados.
TRUCO 3: IDEAL PARA PROBLEMAS DE CAL
Si las dos primeras opciones no te convencen, aquí te presentamos otra alternativa. Necesitarás un vaso mediano de vinagre, la misma cantidad de limón exprimido, medio litro de agua, una esponja y dos trapos. Primero, pasa la esponja por los azulejos, déjala actuar durante cinco minutos y luego retira el producto con un paño húmedo y otro seco. Este truco es especialmente efectivo para eliminar problemas de cal.
TRUCO 4: NUESTRO FAVORITO
A continuación, te explicamos nuestro truco favorito. Para este, necesitarás pasta de dientes con bicarbonato, un cepillo o esponja, agua fría y dos paños. Frota con fuerza utilizando el cepillo o la esponja, luego limpia con un trapo húmedo y, finalmente, con uno seco. Este es nuestro favorito porque no necesitas comprar nada más que productos que seguramente tienes en casa.
TRUCO 5: EL DE RIEGO
Por último, te presentamos una alternativa algo diferente. Primero, necesitarás una botella con pulverizador en la que prepararás la mezcla. Llena el pulverizador con un tercio de agua, un tercio de amoniaco y un tercio de alcohol de quemar. Rocía esta mezcla sobre los azulejos, permite que actúe durante un tiempo y luego retira el producto con un trapo limpio.
Después de utilizar cualquiera de estas opciones, te recomendamos aplicar polvos de talco para lograr un brillo aún mayor.
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