Estilo Kinfolk: sencillez y conexión con la naturaleza
ESTILO KINFOLK EN NUESTRAS VIDAS
El estilo Kinfolk es ante todo un estilo de vida. Su origen proviene de la comunidad Amish, conocida por su modo de vida sencillo, forma de vestir austera y tradicional, y gran resistencia a los avances tecnológicos, comenzando por la electricidad. Proceden de Suiza, específicamente del cantón alemán, y llevan en América aproximadamente dos siglos. Probablemente hayas conocido su cultura en un viaje a Nueva York o en alguna película. Algunas de sus características son: vida en asentamientos apartados de las ciudades, aislamiento del mundo exterior, defensa de valores como el pacifismo, la humildad, la vida sencilla y el trabajo.
Conociendo la procedencia de este término, podemos hacernos una idea general de lo que busca. Es un estilo que trata de volver a lo básico. Promueve la austeridad y la conexión con la naturaleza. Algunas de sus características son:
Uso de colores suaves y neutros como blanco, gris claro, beige y tonos pastel que crean una atmósfera relajada y tranquila.
Utiliza materiales naturales como la madera, el lino, el cuero y la cerámica.
Aprovecha al máximo la luz natural con cortinas y persianas ligeras para crear una atmósfera calmada y luminosa.
Valora la artesanía y prefiere la decoración hecha a mano.
Espacios abiertos y sin obstáculos para maximizar la circulación de la luz y fomentar la convivencia.
Conexión con la naturaleza mediante elementos como plantas y flores para crear un ambiente armonioso.
Búsqueda de calma y serenidad mediante un ambiente tranquilo y sosegado.
La piedra es uno de los materiales naturales más apreciados en este estilo. Los azulejos cerámicos con aspecto de piedra son fantásticos para conseguir un estilo similar al Kinfolk con las prestaciones técnicas de los azulejos. La madera también está muy presente para lograr un ambiente acogedor. Si queremos instalar madera en baños o cocinas, es recomendable usar azulejos imitación madera, ya que no se dañan con la humedad.
Este estilo es bastante ecléctico. Podemos ver muchas características similares a otros estilos como el nórdico, el minimalista e incluso el industrial.
En resumen, es un estilo de vida que prioriza la calidad sobre la cantidad. Conserva lo esencial para disfrutar de la vida sin depender del exceso de objetos materiales.